jueves, 2 de febrero de 2012
Las verduras y hortalizas son esenciales para una dieta saludable. En muchos países se recomienda comer por lo menos cinco porciones por día para estar sano.
Si bien el término ‘verduras’ implica que proviene de las partes vegetales de las plantas, como hojas, tallos y raíces, unos pocos frutos, en particular los tomates, también se denominan verduras. Por lo tanto, la clasificación es culinaria. Los argumentos sobre si los tomates son frutas o verduras incluso han llegado a los tribunales. En 1893, la Corte Suprema de los EE.UU. falló que los tomates son verduras a los fines legales, en particular, en relación con los aranceles comerciales vigentes en ese momento.
Las verduras y hortalizas abarcan también la agricultura y la horticultura. Algunas se cultivan a campo como por ejemplo el trigo o el maíz, muchas se cultivan en sofisticados invernaderos de vidrio, pero todas provienen de pequeños productores y jardines domésticos. Las arvejas o guisantes y otras legumbres tienen bacterias asociadas con sus raíces que convierten el nitrógeno del aire en formas que pueden usar las plantas como nutrientes y éstas permanecen en el suelo para fertilizar a los cultivos siguientes. Un cultivo vegetal de corte, como las arvejas o guisantes o las papas o patatas, evita la acumulación de plagas y enfermedades en las rotaciones de cereales y proporciona una oportunidad para controlar las malas hierbas mediante técnicas alternativas.
El paraquat tiene una función importante en el cultivo de verduras y hortalizas porque sus exclusivas características se adaptan particularmente a los desafíos presentados al controlar las malas hierbas en estos diversos cultivos. Los beneficios del uso de paraquat no solo están directamente relacionados con sus propiedades químicas y biológicas, sino también con técnicas agronómicas asociadas como las técnicas de labranza mínima y el control de malas hierbas entre surcos.
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